14 abr | Hay de ideales a ideales

Esta es la 8va edición del Ricarding newsletter. Te doy la bienvenida si es la primera vez que me lees. Aquí puedes ver de qué va esto que estarás recibiendo cada domingo.

Espero que disfrutes su lectura tanto como yo su escritura. ¡Que sea una semana con muchos aprendizajes!


El ideal original - Un insight

El ideal es el primer ladrillo en el muro del crecimiento.

Recorremos la vida definiendo nuevas metas, nuevos propósitos, nuevas formas de hacer las cosas. Tenemos que lidiar con una realidad cambiante, pues lo que un día quisimos ya no lo anhelamos más; lo que alguna vez planeamos se quedó en la idea.

Por si fuera poco, también estamos expuestos a lo que los demás anhelan, desean. Las personas que nos rodean pueden contagiarnos sus aspiraciones. De cierta forma—quizás inconscientemente—todos buscamos que los demás vean la realidad como nosotros la vemos.

Si yo quiero esto porque lo considero bueno para mí, entonces tú también lo deberías de querer.

La cuestión aquí—lo que quiero explorar en el insight de hoy—es si existe algún criterio para poder diferenciar entre ideales originales e ideales inducidos o adquiridos. En otras palabras, ¿cómo puedo distinguir entre las cosas que hago porque creo que me van a acercar a la persona en la que me quiero convertir, de aquellas que hago porque veo que otros también hacen?

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Un ideal es aquello a lo que buscamos acercarnos siendo conscientes de que, en el mejor de los casos, estaremos cerca de alcanzarlo. Tendemos al ideal.

Supongo que ningún ideal está 100% libre de influencia del mundo que nos rodea. Queremos muchas de las cosas que otras personas quieren. Nos hace sentir parte de algo más grande que nosotros. Esto sugiere que entonces podemos situar cada ideal que tenemos en una escala, dependiendo de su grado de originalidad.

Considero que un ideal es original cuando cumple con 3 criterios:

  1. Trasciende modas: Permanece a pesar de las tendencias de la sociedad.
  2. Es imposible de comprar: No se puede obtener a través de transacciones monetarias.
  3. Impulsa el crecimiento: Fomenta la competencia con nosotros mismos.

Cuando nos encontramos deseando lo que los demás desean, casi seguro estamos cayendo en el extremo de menor originalidad del espectro. Esos ideales tienden a ser cíclicos: la siguiente moda va a reemplazarlo. También resulta relativamente fácil aumentar la probabilidad de conseguirlos si se está dispuesto a gastar para alcanzarlos. Por consiguiente, las dos cualidades anteriores hacen que su aporte al crecimiento personal sea limitado.

¿Cuáles son tus ideales en este momento?

¿Qué tan originales crees que son?

¿Estás haciendo algo para alcanzarlos?

Cuestiónalos siempre. Es la mejor forma de refinarlos, de alcanzar la originalidad, misma que se va a traducir en crecimiento personal.


El teléfono duerme afuera - Un tip

El ritmo con el que empiezas el día puede determinar el éxito de tu mañana y, quizá, del día entero.

Es simple.

Cada mañana, luego de que despiertas, tomas el teléfono y empiezas a hacer un check-in de tus mensajes, redes sociales, noticias, etc. Todos lo hemos hecho. Podemos pasar un buen rato así antes de poner los pies en el suelo y arrancar con el día.

¿Qué sucede con la mente cuando repetimos esto cada mañana? ¿Es un comportamiento que nos beneficia?

El teléfono es un dispositivo increíble. Realmente llegó para aportar valor a nuestras vidas y para facilitar mucho de lo que hacemos. Probablemente, estás leyendo este newsletter desde el tuyo.

Es, sin embargo, un arma de doble filo: puede aumentar la productividad o llevarla hasta el suelo, situación que, sin lugar a dudas, impacta en nuestro bienestar.

La mente se alimenta en gran parte de lo que vemos y escuchamos. Si a primera hora optamos por una dieta rica en contenido basura, la energía mental que tendremos para arrancar será menor. No es simplemente una cuestión de estar malgastando el tiempo. Se trata de una afectación directa a nuestra capacidad para ejecutar, para hacer las cosas que nos hacen bien.

Hace un par de años decidí no ver el celular hasta después de desayunar. De esa forma, puedo levantarme y saber exactamente lo que voy a hacer. No dejo espacio a la improvisación. Ayuda mucho el tener un propósito.

Nada pasará si el mensaje que recibiste la noche anterior lo respondes un par de horas después, o si lees las noticias después de desayunar. Seguirán allí, y tú habrás tenido mayor energía mental para avanzar con las cosas que te son importantes.

Prioriza lo que te importa.

Empieza dejando el teléfono fuera de tu habitación para dormir. Consigue un reloj despertador u otro dispositivo para poner la alarma. No uses el teléfono para eso, pues aumenta las probabilidades de que te quedes navegando por las redes luego de apagarla.

Como con todo, empieza poco a poco. No se rompe con un mal hábito de la noche a la mañana. No seas tan duro contigo si un día lo haces y al otro no. Sigue buscando las estrategias que te funcionen mejor.

Cuida el contenido que alimenta tu mente, especialmente por la mañana. Si ganas la mañana, tienes casi asegurado el resto del día.


No te salgas con la tuya - Una idea

Las cosas no siempre son como queremos, y está bien. Es mejor.

Hay una delgada línea entre conformarse con las situaciones que suceden y decidir enfrentarlas con una actitud de genuina curiosidad.

He aprendido que casi nunca me salgo con la mía. Puedo hacer de todo para que un resultado se materialice de la forma en que quiero, pero muchas veces no es suficiente. Curiosamente, si soy paciente, las cosas acaban resultando mejor de lo que esperaba.

La vida es un juego de múltiples variables. Controlamos apenas unas pocas. Mucho de lo que hacemos no toma en cuenta los eventos externos que pueden alterar las condiciones bajo las que tomamos decisiones. Así como esto eventos pueden jugar en nuestra contra, también pueden jugar a nuestro favor.

Puedo ir un paso más allá. Hay una forma de aumentar la probabilidad de que eso que no vemos conspire en la dirección que queremos: dejemos que las cosas sigan su curso.

Aprendamos a observar como se desenvuelven las situaciones con curiosidad, tratando de entender antes de reaccionar. Casi siempre, un minucioso análisis nos llevará a entender que lo que está sucediendo puede ser usado a nuestro favor. No es magia. Se trata de sacarle el mayor provecho posible a todo lo que venga hacia a nosotros.

Tenemos el poder de decisión más importante de todos: decidir cómo usar cada acontecimiento. Nos puede hundir o mantener a flote; también nos puede hacer volar tan alto como nuestra mente lo permita.

No opongas más resistencia de la necesaria. Decide usar esa energía de una forma más inteligente. Hay cosas por las que vale la pena hacerlo.

En serio, deseo que algunas de esas cosas que quieres no salgan como las planeaste, que te pongan a pensar y a analizar. El resultado al final será mucho mejor. Créeme que sí.


Si llegaste hasta este punto, estoy muy agradecido contigo. Me encantaría que me cuentes qué te pareció y que conozcas cuál es la lógica detrás del insight, el tip y la idea.

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