5 de mayo

Lo mejor de las primeras 10 semanas

Esta es la 11va edición del Ricarding newsletter.

En esta 11va edición he seleccionado los 3 textos que más resonaron con los lectores de Ricarding. Decidí hacer esta especie de recap para también dar la bienvenida a los lectores más nuevos. ¡Disfrútalos!

El filtro que somos

Todo el tiempo estamos absorbiendo información

Me entretiene mucho pensar en esta idea en donde veo a cada persona como un filtro. Somos, quizás, el filtro con mayor capacidad que ha existido.

Las ideas que consumimos a través de nuestros teléfonos, de las conversaciones que tenemos con otras personas, de los anuncios que vemos en la televisión, de los libros que leemos, todo eso es procesado por la mente. Algunas cosas recordaremos, otras olvidaremos pronto. Nuestros gustos, hábitos y el contexto en el que hemos vivido determinarán el grado de importancia que cada pieza de información recibirá.

Algo parecido sucede con lo que comemos, lo que nos untamos, lo que tomamos. El cuerpo absorbe lo que sirve y desecha lo que no, o lo que no es capaz de procesar. Piensa en la vez que te enfermaste del estómago por haber comido algo que no estaba bien cocido, o cuando te untaste alguna crema que provocó alguna reacción alérgica. Es reflejo de la incapacidad del filtro para asimilar lo que al organismo le hace daño.

Existen, sin embargo, una serie de alimentos, bebidas, químicos, pensamientos, conceptos, comportamientos que nuestra capacidad individual de filtrado sí puede asimilar pero que son dañinos. Sabemos bien cuáles son: los azúcares refinados, los alimentos procesados, los parabenos, las noticias, la pornografía, etc.

Cuando nuestra capacidad de filtrado no es óptima, lo dañino empieza a pasar factura. La mente y el cuerpo sufren las consecuencias. La mente se debilita y el cuerpo se enferma.

Mete a un filtro basura y obtendrás basura. Simple.

Lo que nos hace bien, bien se aprovecha, nos hace crecer, nos fortalece. Hace que lo siguiente que hagamos sea más fácil de filtrar, que nuestras decisiones posteriores sean en pro de aquello que es bueno para el organismo y el pensamiento.

Somos filtros con piernas y brazos. Usa este modelo mental para analizar tus decisiones y las de los demás.

Ah, otra cosa: asegúrate de mantener la basura en su lugar si quieres llevar una gran vida.

El premomentum

Cada actividad empieza antes de su ejecución

La definición de momentum—palabra de origen anglolatino—es la cualidad que mantiene un evento desarrollándose o progresando después de haber comenzado. Se le escucha en distintos contextos, todos ellos relacionados con el movimiento o impulso. Está presente en todo lo que hacemos.

Cuando nos vestimos para ir a hacer ejercicio podría hablarse de que está iniciando la acción. Ya vestidos es menos probable que decidamos regresar a la pijama para dormir más. Esa primera acción precipita a que las siguientes se den.

Toda acción tiene un componente de momentum que puede ser ejecutado previo a la misma. Le podemos llamar el premomentum. Debe satisfacer tres criterios para ser considerado como tal:

  1. Es la primera parte de la actividad a ejecutar.
  2. Reduce la probabilidad de que no se avance con la siguiente fase.
  3. Es posible ejecutarla en menos de 5 minutos.

Lleva el prefijo pre porque sucede antes de que nos dediquemos de lleno a la actividad, pero es capaz de impulsarnos de una forma tal que no solo sea más fácil iniciarla, sino también terminarla.

Cada noche antes de dormir hago lo siguiente para la mañana anterior: ajusto la hora del despertador, preparo la proteína que voy a tomar luego de hacer ejercicio, dejo acomodado mi tapete para hacer ejercicio, preparo mi ropa para hacer ejercicio y la ropa que vestiré luego de bañarme, limpio mis lentes, preparo mi diario anotando la fecha del día siguiente y el primer enunciado, y lleno un vaso con agua que tomaré apenas me levante.

Todas esas actividades me toman menos de 5 minutos, y hacen que empezar el día siguiente sea mucho, pero mucho más sencillo.

Es posible aplicar esto en las tareas domésticas, en el trabajo, en la escuela o en cualquier contexto. El premomentum se ha convertido en la base de lo que hago a diario. Es mi arma secreta para completar muchas tareas en poco tiempo.

Piensa en algo que repitas a diario. Escribe (o piensa) los pasos que involucra. Determina qué parte tomarás como premomentumPonlo en práctica.

El efecto bola de nieve

No pierdas un minuto más

Casi siempre, cuando escucho el sonido de la alarma de mi despertador, me levanto de la cama, doy varios pasos para apagarla y regreso a acostarme. Repito esto unas dos veces más antes de decidir ya no regresar a intentar dormir de nuevo.

Algunas veces es más difícil y cuando me doy cuenta ya pasaron más minutos—incluso horas—que quedan desaprovechadas. Estando acostado en mi cama me pongo a pensar en todo lo que 'tengo' que hacer luego de levantarme. Me pesa aún más. Al mismo tiempo, pienso en que cada minuto, cada segundo que transcurre solamente hará más difícil la situación.

Es el efecto bola de nieve.

Cuando decidimos no atender una situación cuando se presenta, solo tenderá a complicarse más con el paso del tiempo que pasa desatendida. Es paradójico, pues muchas veces estamos conscientes de ello. Entendemos lo que debemos hacer y las implicaciones de no hacerlo. Cedemos ante el camino fácil y complicamos la vida de nuestro 'yo' del futuro.

A la mente se le puede parar en seco. Se le debe de frenar si es que se busca seguir avanzando. Es fácil enredarnos en las justificaciones que encontramos para ceder al comportamiento que queremos evitar.

La próxima vez que te enfrentes a una situación así, recuerda el efecto bola de nieve y que la única forma de cortarlo es desviar a la mente del análisis que está realizando. Inicia una cuenta regresiva desde cinco. Una vez que llegues a cero, comienza.

No dediques un solo segundo más a perder el tiempo. Es el recurso más valioso que tenemos.

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